Con la sentencia por el caso del supuesto abuso o violácion perpetrado por un grupo de individuos que se hacían llamar la manada, han saltado todos los resortes que sujetaban la coherencia y sentido común en grupos mediáticos y personas con influencia en la sociedad.
Todos y todas han saltado insultando a jueces y manifestando con violencia su disconformidad con el veredicto.
El caso es tan mediático que partidos de izquierda y asociaciones feministas no dudan en saltar al ruedo de la calumnia y amenazas a todo aquel que no se alinee con su sentir que no es otro que usar el populista y la demagogia faltando totalmente al mínimo respeto al sistema legal.
Por supuesto que la sentencia es decepcionante según los conocimientos que tenemos de este caso por la prensa sensacionalista pero no debemos olvidar que en un juicio se deben probar los hechos sin ninguna duda posible y eso choca con aparentes obviedades que vemos simple vista y sin entrar en el fondo del asunto.
Lo más triste y lamentable es que seguro que todos y todas los que claman con la espuma saltando de sus bocas y las antorchas encendidas buscando un cabeza de turco para hacerlo objetivo de su odio irracional no hace mucho se manifestaban en contra de la Prisión Permanente Revisable para casos de extrema crueldad o violencia.
Ningunos/as de ellos y ellas se han interesado por otro caso de presunta violácion múltiple realizada por inmigrantes sobre una chica de 14 años.
¿Que tiene este caso para que algunos partidos, medios de comunicación y organizaciones de tendencia hacia la extrema izquierda se hayan interesado?.
Pues primero es que ocurrió en Pamplona que está gobernada por extremistas y la extrema izquierda abertzale controlan los medios de comunicación.
Segundo los participantes son Andaluces, si suena muy fuerte pero si fueran vascos o catalanes sería otra la pasión que podría. Tercero entre ellos uno es militar y otro es miembro de la Guardia Civil y esos son los ingredientes necesarios para que los fanáticos y fanáticas creen en sus mentes una conjura del españolismo más rancio, da igual lo hechos, da igual las pruebas, da igual la presunción de inocencia, ¡A las antorchas!.
Quien se acuerda de la pobre chica que fue víctima de esas terribles barbaridades, seguro que ninguna organización piensa ni un minuto en ella, solo quieren sacar rédito para sus intereses.
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